Pelopincho despidió el año entre risas, amigos y copando zona sur

La banda oriunda de zona sur realizó este finde el último show del año, cargado de emociones y el amor que tanto caracteriza a la banda. Fotos por Ailín Torrez.


Ese tiempo de gracia previo a que empiece la fecha es el que te daba tiempo a comprar algo para tomar y charlar con amigues mientras esperabas a tu banda tocar. Con la pandemia llegó la puntualidad y con ella se nos perdieron costumbres propias a los recis: previas, charlas, cervezas y conocer gente nueva. Todo este marco pre pandémico se hizo presente en Temperley, en el Cultural Sur, donde Montegrande, Perritas Atrevidas y Pelopincho se unieron para brindar por la amistad.

El primer turno fue de Montegrande, que abandonó un poco la esencia soft de estudio y tomó otra más dark y postpunk, proyectándolo sobre el escenario mientras el público tenía sus pequeños momentos de pogo. La banda proveniente de zona sur desplegó armonía y buenos ensayos tocando casi todo su EP Distancia, en los que destaca “Viajes”, “Glaciar” y finalmente cerrando con el propio “Distancia”.

En el intervalo, el pasillo que funcionaba como patio estaba completo, casi lleno de conversaciones y bebidas. Este momento de relax fue interrumpido por un cuerpo lanzado en el salón del público, en el interior, previo al escenario. Las luces bajaron de pronto y el cuerpo se empezó a arrastrar por todo el salón a los gritos, dando súplica a las personas que llegaban.

Esto trajo consigo dos actores más, uno vestido de blanco y otro de negro y, simulando un ritual con velas que intimidaba al público que entraba, las súplicas pasaron a ser gritos, en una especie de actuación de presentación a Perritas Atrevidas.

La banda mostró su virtuosidad desde un principio. Con un sinte, una guitarra y una batería, el trío fue rotando de posición para darle movimiento al show. Su presentación se basó en su EP homónimo y en juegos de voces para crear un imaginario oscuro y perdido.

Foto: Ailín Torrez

Para cerrar la noche, los Pelopincho se armaron lo antes posible para tocar. La cortina los dejaba ver conectando y probando, ya todos en sus lugares para darle vibras al público. El comienzo fue alto y bailable con “Los dinosaurios”, un arranque bien pelo, un Shis metiéndose entre la gente para animar el pogo.

El show tuvo un intercambio de ida y vuelta constante con el público. Las ganas de verse y estar juntos eran muy evidentes: el público y la banda necesitaban un recital y un cierre de año. Le siguieron temas para bajar un poco y cantar con el corazón roto como “Tijeras oxidadas” y “Kevin McCallister”.

La lista y la fiesta siguió, entre temas y charlas con puntos altos como “Gatites”, “Funeral” y “Piedras al Mar”, con la gente más animada y bailando todo, los cantos se mezclaban con los de Shis y las miradas de la banda se perdían hacia el fondo del lugar.

El ambiente se llenó de emoción cuando se anunció que tres de los integrantes estaban realizando su último recital, Tom (guitarra), Fran (bajo) y Row (sintetizador). Se agradecen, se abrazan, se miran y siguen tocando, la última noche juntos como banda.

“24 horas no son suficientes” fue la canción seleccionada para finalizar, aunque dejó a la gente con ganas de más, con muchos gritos que causaron miradas de preguntas mientras los Pelopincho dejaban sus instrumentos. Shis apuró un poco a Fran, se calzaron todos sus instrumentos y empezó a sonar “Puchos” pero ahora sí, ya era la última. Un abrazo largo y sentido rodeado por los aplausos del público, que son inagotables, la foto final entre risas y el intento de sostener a Chuli en el aire.

Todo queda en una sensación satisfacción visible por todo lo logrado y por los nuevos caminos que se abrirán para Pelopincho.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Deslizar arriba

Hola! Si querés utilizar esta imagen, escribinos!